2.9.09

Hacia la redefinición de la música andina


El vocablo “andino”[1] es polisémico y controvertido, no corresponde exclusivamente a la zona geográfica atravesada por los andes. Juan Carlos Estensoro, en sus libros: Del Paganismo a la Santidad; La Incorporación de los Indios del Perú al Catolicismo (1532 – 1750), cuestiona y considera a lo ‘andino’ como “una invención de las ciencias sociales. Y que pudo ser un divertido ejercicio intelectual si no nos hubiera llevado a la incomprensión de buena parte de nuestro presente y de nuestros problemas. Para demostrarlo, es necesario revisar las estrategias y métodos de la evangelización durante el proceso de formación de la sociedad colonial”[2]. La “Cultura Andina”, no es única, ni uniforme; en principio, un estudio de la música andina, abarcaría los territorios atravesados por la Cordillera de los Andes, los territorios del antiguo incario, el Tahuantinsuyo, Sur de Colombia, Noroeste de Argentina, la parte Norte de Chile, etc. La región andina de Ecuador, según el enfoque tradicional incluye únicamente a los grupos mestizos y quichua hablantes de la sierra; a las provincias de: Carchi, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Cañar, Azuay y Loja. Generalmente se dice que la música andina es aquella música producida e interpretada en la región de los andes. Este criterio se ha modificado, por lo que conviene clarificar el término “andino”. En lo territorial, lo andino, es un amplio espacio multinacional que incluye, además de los andes, la costa occidental y la amazonía de Sudamérica, a sociedades multiétnicas y pluriculturales, donde se conjugan y complementan, la unidad y la diversidad. Lo andino, es un proyecto de identidad e integración, es un proceso cultural dinámico. La música andina generalmente es entendida como la música de estos pueblos, de estas culturas, producidas a través del tiempo, por indios, criollos – mestizos, negros, por una sociedad históricamente jerarquizada. La realidad latinoamericana, el Movimiento de la Nueva Canción, el mundo global, nos han obligado a replantear el concepto de “música andina”.

El “sanjuanito”, considerado a nivel internacional como uno de los géneros musicales [andinos] más representativos del Ecuador, en los años setenta del siglo XX, con el Grupo Inti Illimani de Chile[3], alcanzó una proyección inesperada. Esa agrupación popularizó a nivel mundial los sanjuanitos ecuatorianos: “Lamento del Indio” [Los Arados], del compositor César Humberto Baquero; “Amores Hallarás”, texto de Marco Vinicio Bedoya y música de Víctor Manuel Salgado; San Juanito [Mi Chagrita Caprichosa] de Benjamín Aguilera; “Longuita” [Llullaringui], música de Guillermo Garzón Ubidia; y otros repertorios, como los albazos: “Taita Salasaca” [El Salasaca], texto de Alfredo Bastidas, música de Benjamín Aguilera; “Dolencias”, de Víctor Valencia Nieto, etc. Este mismo grupo, a inicios de los años ochenta, popularizó el sanjuanito “Bailando, Bailando”[4], del compositor Horacio Salinas Alvarez[5]. Para fines de los años setenta, E. Pérez y J. Vargas, músicos integrantes del Grupo Wankara de Chile, radicados en Guayaquil, compusieron el sanjuanito “Yamor”, tema regrabado por el saxofonista Olmedo Torres, el acordeonista Paco Godoy, etc. A mediados de los años noventa, en el disco compacto titulado “Zig Zag”, interpretado por el Grupo Trencito de los Andes del “Il Laboratorio delle uova quadre” de Roma, Italia, apareció el sanjuanito: “Latitud Cero”, tema que logró un éxito inusitado, casi de inmediato lo regrabaron otros grupos ecuatorianos, surgieron varias versiones instrumentales, otras versiones con diferentes textos[6], y lo más interesante, el pueblo ecuatoriano lo asumió como un tema suyo, “muy andino”, ecuatoriano. Una vez más, surge el interrogante: ¿Qué es la música andina?. Raffaele María Clemente del Grupo Trencito de Los Andes, propone la siguiente definición: “Música andina es un idioma musical dotado de sintaxis propia e inequivocable como el castellano que puede hablarse tanto en España, como en Ecuador, o en Nueva York, siendo siempre la misma lengua. (…) todo tipo de música se basa en sus propias escalas, así mismo, la música andina está profundamente arraigada en la suya, siendo la pentafónica andina la más utilizada, como sugiere el mismo nombre, penta significa cinco en griego. Dicha escala está compuesta por 5 tonos o sonidos (…) Tan solo con esos 5 sonidos se fabrica la mayoría de la música andina” [7].

La música andina, [quizá es más correcto hablar de las músicas andinas], es un concepto variable, polisémico, tiene un ethos, una semántica, marca o personalidad, estructuras, sistemas, tópicos, figuras retóricas, ocurrencias, cualidades (qualia), estilos afines, congruentes, que han superado las barreras geográficas y nacionales. La música andina, es fruto de una compleja red de interacciones sígnicas que se tejen en torno a una obra musical, es una música vigente y en constante innovación. Logramos acercarnos a las estructuras de esta música, a través de la mediación cultural. Para comprender el significado de la música andina, es necesario profundizar la semiótica cognitiva.


Revisar estos videos:

Latitud Cero (Trencito de Los Andes de Italia):
http://www.youtube.com/watch?v=z9td2mkY3dk&feature=related


El Chuchaqui* (La Bomba Chuchaqui)
http://www.youtube.com/watch?v=_cCbOkpLYRQ&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=kfbYs01mNMg

http://www.youtube.com/watch?v=mD0H_Zd89eM&feature=related


Bailando Bailando, de Horacio Salinas - chileno:
Con Inti Ilimani

http://www.youtube.com/watch?v=EiVNCMulyWk

Página del Municipio de Otavalo, Ecuador:

http://www.otavalo.gov.ec/anima.html


Yamor: de Pérezs y Vargas (Chilenos integrantes de Wankara)

http://www.youtube.com/watch?v=5ChOEaIMRDA&feature=related


Por Mario Godoy Aguirre (Ecuador)


[1] Para ampliar sobre “lo andino”, revisar la “Historia de América Andina”, Vo. 1, Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, 1999, p. 11–17.
[2] La Selección Inútil: “La Invención de lo Andino”, entrevista a Juan Carlos Estensoro, 28 de julio del 2006.
[3] Max Berrú, músico nacido en Loja, Ecuador, integró esta agrupación, desde su fundación (1967), hasta 1997. Los integrantes de Inti Illimani, cuando se dió el golpe militar que derrocó a Salvador Allende (septiembre de 1973), se encontraban en una gira por Europa, luego decidieron fijar su residencia en Roma, Italia. Durante los 15 años de exilio político, se acrecentó su fama internacional.
[4] Este sanjuanito puede ser escuchado en el sitio WEB del Municipio de Otavalo, provincia de Imbabura, sección: “Animación” (2009): http://www.otavalo.gov.ec/directorioe.html
[5] Horacio Salina Alvarez, nació en Lautaro, Chile, el 8 de julio de 1952, compositor, guitarrista, director musical del Grupo Inti Illimani, fundado en agosto de 1967.
[6] En el Ecuador y en el Perú, del tema musical “Latitud Cero”, en pocos años han proliferado varias versiones cantadas e instrumentales. En Quito, surgió una primera versión, con el nombre: “Ecuatoriano Soy” texto de Antonio Godoy, y circuló inicialmente en un disco compacto auspiciado por el Comité de Fiestas de Quito, diciembre de 1999; luego, Gerardo Morán grabó otra versión con el título: “En Dónde Estás Amor”, texto de Cuba Rosero; en el el 2007, el Grupo de Bomba “Valle del Chota”, grabó una versión instrumental, con el título “El Chuchaqui” (La Bomba Chuchaqui), también hay una versión con un texto de Humberto Maldonado. El Municipio de Otavalo, provincia de Imbabura, siendo Alcalde Mario Conejo Maldonado (2000- 2009), y Galo Santillán Paredes Director de Participación y Desarrollo, propiciaron la grabación del disco compacto “No Hay Como Otavalo”, en el que la Banda Académica del Municipio de Otavalo, bajo la dirección del maestro Cristian Morales, interpreta el tema “Latitud Cero” conjuntamente con una selección de obras del Grupo Trencito de Los Andes de Italia. En el Perú, al estilo “tecno cumbia”, el tema “Latitud Cero”, es conocido con el nombre de “El Chuchaqui” (El Baile del Chuchaqui), entre otras, hay una versión grabada para Producciones Juanchu, por Los Caribeños de Guadalupe.
[7] “¿Cómo definir a un sanjuanito compuesto por unos [chilenos o] italianos, en la ciudad de Roma?. También sería música andina?, y de serlo?, en base a que criterio?, puesto que este sanjuanito no nace en la sierra, en el Altiplano del Ande. (…) Y si este mismo sanjuanito llegara en forma de disco desde Italia a los Andes, y que la gente andina empezara a identificarse con él, al punto de convertirlo en uno de sus himnos más representativos?. Todo esto ya ha ocurrido, entonces, ¿Qué significa exactamente música andina?, (…) Hoy quiero proponerles una nueva definición: ‘Música andina es un idioma musical dotado de sintaxis propia e inequivocable como el castellano que puede hablarse tanto en España, como en Ecuador, o en Nueva York, siendo siempre la misma lengua. Y aquí el asunto se complica, por ende, iremos al grano, como quien dice, invitándoles a entrar directamente a las entrañas de esta música andina, por la puerta principal, es decir la escala pentafónica andina. Para aquellos que no mastican la teoría musical, diremos simplemente ‘todo tipo de música se basa en sus propias escalas, así mismo, la música andina está profundamente arraigada en la suya, siendo la pentafónica andina la más utilizada, como sugiere el mismo nombre: penta significa cinco en griego. Dicha escala está compuesta por 5 tonos o sonidos (…) Tan solo con esos 5 sonidos se fabrica la mayoría de la música andina.” Palabras de Raffaele María Clemente del Grupo Trencito de Los Andes, “Il Laboratorio delle uova quadre” de Italia, presentación en el Teatro Nacional Sucre deQuito, el 5 de febrero del 2009.
*El Chuchaqui = La resaca

1 comentario:

Juliucha dijo...

Hola Mario:

lo que llamamos música andina, la doy la razón a Juan Carlos, fue un campo definido por la musicología internacional a principios del siglo XX. José Castro (1898) y Leandro Alviña (1908) esbozaron el campo y lo definieron Raoul & Marguerite D'Harcourt. El término en boga fue "música incaica" que fue caracterizada por su carácter pentatónico. Hasta finales de los 50 el término fue utilizado incluso por Segundo Moreno que escribió en contra de la absolutización de la pentatonía como característica de lo "incaico". José María Arguedas impuso en los años 60 el término "música andina". Pero la caracterización de lo incaico no fue puesta en duda y la pentatonía pao a definir lo andino. La idea de pentatonía ha generado lenguajes musicales que evocan una estética "Condor pasa". Sería interesante que vieras la fusión de pentatonía andina con atuendos "apaches" que reaizan algunos grupos como Alborada aquí en Europa. Igualmente la conversión del Sanjuanito que han realizado intépretes como Charaijayaq y Delfín Quisphe.
Saludos